Historia de los Mundiales de fútbol Y ganaron los 'malos' Los primeros días del verano de 1982, los del Mundial, fueron muy luminosos Y muy calurosos Casi como correspondía al primer gran evento que acogía la España de esa Transición a la que ese año, el 28 de octubre, se dio por terminada Los españoles de la época habíamos vivido años intensos: coronaciones, referéndums, constituciones, golpes, destapes, rock duro, movida, melenas y barbas
Existía la conciencia de que España, como la televisión, había dejado de ser en blanco y negro Que habíamos salido del No-Do para formar parte de una superproducción del tal Spielberg o así Éramos modernos y casi europeosY el Mundial 82 lo confirmaba tanto como Leño, Almodóvar o Alaska y los Pegamoides El mundo venía a vernos
En Madrid se había levantado un Pirulí junto a la M-30: una gran torre de comunicaciones como había en todos los sitios modernos, en Munich, Seattle o Tokio Y el fútbol, esa gran pasión nacional pese a estar perpetuamente de capa caída, había resurgido triunfante para invadirlo todoY además era un fútbol distinto Un fútbol nuevo Por primera vez, casi, un fútbol espectáculo
Lejos de aquellos partidos infinitamente repetidos de la Liga o incluso de esa selección que no era aún La Roja y que parecía vivir un enfrentamiento eterno contra Yugoslavia y RumaníaNo había en la época tanta presencia del fútbol internacional como ahora y por eso el ver en nuestros campos a brasileños, argentinos y alemanes, saber que en Argelia y Honduras se jugaba al fútbol, comprobar si los ingleses eran tan buenos como decían ellos que eran y si la Unión Soviética era tan fuerte en fútbol como en baloncesto y balonmano era una suerte de maravilloso regalo Un regalo madurado durante meses, meses de dimes y diretes con la lista española, y de infames canciones, anuncios y programas mundialistas que hoy nos suenan entrañables Y meses de tropiezos españoles en amistosos que señalaban una realidad que nadie quería ver pero que se mostró en toda su crudeza un 20 de junio en Valencia, cuando el árbitro Lund Sorensen señaló a distancia (a distancia del área) un penalti a favor de España y se ganó llorando a Yugoslavia tras empatar con Honduras Lo demás de la selección española ya contó poco
EL PRIMER DREAM TEAMY así, liberado de deberes patrióticos, el público mundialista se dedicó a sus favoritos La gran mayoría se sumó a la Torcida brasileña Porque el Brasil del 82 fue lo más parecido que hubo a un Dream Team desde la Hungría de Puskás en 1953 hasta los Estados Unidos de Michael Jordan en 1992 Vale: Estaba Argentina, era campeona del mundo y tenía a Maradona Y a Maradona en 1982 se le definía sólo con su nombre
Pero Brasil tenía a Zico, el único que se le podía comparar Y estaba Sócrates, que tiraba penaltis de tacón Y estaba el velocísimo Eder, capaz de derribar paredes (y barreras) con su disparo Y Junior, un lateral con aspecto de cantante de soul de la Motown que daba la sensación de bastarse solo contra todos Y Toninho Cerezo, que parecía que bajaba su nivel para que los demás pudieran seguir su ritmo
Y hasta dos jugadores con los que nos podíamos identificar: el gigantesco y torpón (al menos en comparación con sus compañeros) ariete Serginho y el guardameta calvo Valdir (o Waldir) PeresSi en el mundo había justicia, Brasil tenía que ser campeón En la primera fase, 2-1 a la URSS (sin embargo, los ex soviéticos siguen todavía recordando al árbitro Lamo Castillo), 4-1 a Escocia y 4-0 a Nueva Zelanda En su primer partido de la primera fase habían pasado la reválida de ganar 3-1 a la Argentina de Maradona con la única respuesta de un alevoso marcaje de Pasarella a Zico Y ahora se medían a Italia
Sí Italia había ganado también a Argentina (2-1, y en su caso contra pronostico) pero su paso por la primera fase había sido patético: 0-0 con Polonia, que caía bien 1-1 con el Perú de Uribe, que contaba como amiguete, y otro 1-1 con esos chicos tan simpáticos de Camerún, que nos habían descubierto el fútbol africanoTodos queríamos que pasara Camerún, pero aquel gol que se le coló a Tommy NKono clasificaba a un país con un fútbol muy parecido al nuestro en cuanto a las partes antipáticas y, en general, muy visto Una especie de casta, antes de crearse el concepto
El 5 de julio de 1982, en el barcelonés estadio de la Carretera de Sarriá se medían a Brasil El que ganara pasaba a semifinales¿CÓMO FUE POSIBLE?Italia no podía ganar, pero ganó ¿Por qué? ¿Por el maldito pase largo de Leandro a Cerezo, interceptado por Rossi? ¿Por el paradón de Zoff a tremendo cabezazo en el último segundo? ¿Fueron los errores de Serginho? ¿O el marcaje de Gentile a un Zico ya tocado por los palos recibidos de Passarella? Fue por todo ello Y al final Italia ganó el partido y el Mundial y eso fue lógico y justo: había ganado a Brasil, que era el mejor equipo
Y tal vez como consecuencia los años que siguieron fueron de plomo para el fútbol Hooligans y Tifosi La tragedia de Heysel Cerrojos y defensas El Mundial de Italia 1990 fue el más feo de la historia
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